LA FACTORÍA 2011-2012: Preentrega 1 + Fotografías. 09 de febrero

Victoria Castillejo

Hoy era día de preentrega del primer ejercicio pero antes Carlos ha mostrado unas fotografías del libro “La Alhambra de Granada" del arquitecto y fotógrafo Lluís Casals y el periodista Félix Bayón.

Estas imágenes, debido a su intención, sus encuadres, el momento de luz… invitan a la reflexión y transmiten la multitud de atmósferas de La Alhambra, la sensualidad y el sentimiento del lugar o la secuencia de experiencias que supone recorrerla; temas que desarrollará Blanca Muro, profesora de Historia de la Arquitectura de esta escuela, en la lección magistral que dará en el mes de Marzo.

Observando las fotografías, se descubre el horizonte y la atalaya flotando sobre la colina y enmarcados por la sierra y atravesados por las cicatrices que provoca el discurrir del agua, cuya presencia es constante. Desde la ciudad es una fortaleza, un sistema murario con torres de vigilancia, con una imagen austera, serena, compacta y ciega.

Estos muros han envejecido y se han descarnado, pero esta pátina del tiempo provocada por la humedad y la erosión que ha permitido ver su pobre pero sugerente textura interna, pueden ser en sí mismos potenciales evocadores proyectuales.

La adaptación a la topografía provoca una geometría permitiendo infinitos encuadres que además imposibilitan entender el conjunto de una sola vez, sino mediante una sucesión de descubrimientos. La entrada de la Puerta de la Justicia tras recorrer el abrupto Paseo de los Melancólicos se atraviesa en diagonal por motivos defensivos, pero que provoca un filtro sorprendente.

El muro multicapa empieza a presentar huecos donde desde la Alhambra se mira hacia afuera. En el norte las cualidades masivas del sur aligeran con perforaciones para recuperar la presencia de la ciudad desde el interior. En el Patio de Lindaraje aparece la mayor perforación en forma de galerías puente que se entienden como una celosía a escala paisajística.

La transición desde un exterior compacto y austero hacia un interior ligero y complejo se va disolviendo en multitud de capas y gradientes de interioridad. Esta secuencia de filtros generados mediante el recorrido, la luz o la topografía van desvelando unos interiores ricos en geometrías, colores, artesanía, pero pobres y frágiles en cuanto a los materiales utilizados que evidencian su temporalidad. Estos interiores están comprimidos, en penumbra y se van descubriendo mediante entradas diagonales que contrastan con los marcados ejes de su geometría compositiva.

El agua aparece no sólo aparece como respuesta a la necesidad vital sino también es un material espacial como sofisticación de lo sensorial mediante el uso del agua mediante el reflejo o el sonido. El agua se desliza, se esconde o dibuja trazados en el pavimento que tiene a su vez un fuerte carácter caligráfico.

La luz también se comporta como material arquitectónico dando protagonismo a los espacios mediante el control de la entrada de luz o fuertes penumbras. Su filtro a través de celosías controlan la manera de “mirar a través de”, dejan intuir aquello que hay detrás, y tiene un carácter de materialidad y ambigüedad al mismo tiempo.

Se debe pensar ya en el ejercicio del mirador, sobre cómo mirar y hacia dónde, cómo provocar encuadres, como se accede al lugar desde donde se mira y las intuiciones que van apareciendo en el camino provocando un descubrimiento intencionado y no literal.

Es interesante consultar las referencias de las manipulaciones de la topografía en la arquitectura de Adolf Loos y las resonancias de La Alhambra existentes en los Laboratorios Salk, en San Diego, de Louis Kahn.

Hoy era la preentrega del primer ejercicio, que consistía en traer las primeras aproximaciones al lugar mediante dibujos espaciales y tomas de datos, para conocer, investigar y detectar temas de trabajo en el lugar. Deben ser dibujos cortos, realizados entre 1 y 3 minutos, para no caer en la representación de elementos accesorios que hacen perder al dibujo su frescura y expresión. El encuadre de los dibujos, la ocupación del papel y el formato del cuaderno debe responder a una intención. La realización de los trabajos in-situ en lugar de mediante fotografías demanda realizarlos mediante capas y desde su estructura compositiva. También es interesante realizarlos de memoria, a través de los recuerdos, pues permiten sintetizar aquellos temas más pregnantes. Otra estrategia es partir de textos o música interpretativos de la Alhambra como los de García Lorca o Washington Irving, y representar gráficamente los sentimientos que transmiten. Dibujar a varias escalas, combinando simultáneamente y no en progresión lineal, percepciones globales, planimetrías territoriales, fragmentos exteriores, detalles interiores, sistemas… Dibujar es analizar, sintetizar subrayar, destilar...