Desde la prehistoria
el ser humano se ha interesado por conocer los ciclos solares y lunares
influyendo en algunos casos en la disposición de sus construcciones. Las
constelaciones servían para agrupar conjuntos de estrellas y así memorizar
parcialmente regiones de la bóveda celeste dándole también un carácter divino o
mitológico.
Ver un cielo
despejado lleno de miles de estrella no es algo a lo que estemos acostumbrados
hoy en día, pero si nos imaginamos como podía ser un noche en el desierto en la
Edad Media comprenderemos el inmenso poder que ejercían los astros en la
cultura islámica. Los musulmanes destacaron enormemente en la ciencia de la
astronomía al igual que en la medicina. Las constelaciones de la cultura
occidental son una fusión de mitología
grecorromana y musulmana, la mayoría de los nombres de las estrellas tienen
nombres árabes. La posición de las estrellas les ayudaba a situarse
geográficamente y a controlar el paso
del tiempo. Los pueblos del sur del Sahara dividieron la franja zodiacal (la
que recorre el Sol) en 28 pequeños conjuntos de astros de igual dimensión
denominados mansiones lunares que les permitían controlar el paso del tiempo
durante la noche al ir contando cuantos iban desapareciendo por el horizonte
debido a la rotación de la Tierra. Del mismo modo el cambio de constelaciones visibles durante
la noche a lo largo de los meses permitió desde la antigüedad hacer
calendarios que dividían en las etapas de la cosecha.
El mismo conjunto de estrellas representa a la vez las constelaciones de Casiopea y
del Camello en las culturas grecorromana y islámica respectivamente
Representación de algunas de las mansiones lunares
Cálculo de la posición de los astros:
Conociendo las coordenadas
geográficas de un lugar y el momento del año somos capaces de saber la posición
del Sol y de las estrellas. El principal astro de referencia durante la noche
en el hemisferio norte es la Estrella Polar, que no destaca por ser más
brillante que las demás sino por situarse en la prolongación del eje de
rotación de la Tierra, lo que la convierte en la única estrella que se mantiene
estática mientras el resto van rotando a su alrededor. La altura en grados de
la Polar sobre el horizonte nos indica el paralelo en el que nos encontramos,
en Madrid se encuentra a unos 40 grados y 37 en Granada.
Para ser un poco más
preciso se pueden utilizar programas de
astronomía como el Stellarium, que permite posicionarte geográficamente en
cualquier lugar de la Tierra y ajustar la fecha y hora que nosotros queramos.
Os dejo la dirección de un vídeo sobre la historia de la astronomía porque en el se pueden ver de una manera muy gráfica algunos de los movimientos que expliqué en clase. Un saludo
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=8z-XJBgLYGU