Toda la entrega publicada [aquí].
En la sesión
crítica se ha hablado de la respuesta de los ejercicios a la implantación en el
lugar. Trayectorias, ejes visuales… son datos y codificación que intervienen en
el pensamiento del proyecto y deben aparecer en los dibujos. ¿Qué es lo que se
mira? ¿cómo se mira? ¿cómo se enmarca la mirada? Por este motivo se debe contar
lo que se está mirando.
La construcción de
la sección a partir del dibujo de aquello que ocurre en el interior, buscando
generar espacialmente esas sensaciones. Importancia del rigor y la precisión.
Se debe tener cuidado con la escala: para comprimir no es necesario utilizar
cotas de 2,50, sino recursos de contrastes, como ocurre continuamente en la
Alhambra. Transmitir emociones, ilusión, la magia y el misterio del lugar. La
carga poética del espacio de la Alhambra debe transmitirse al proyecto. Ante
dudas mirar el libro de texto del curso, la Alhambra.
El nuevo ejercicio
plantea enlazar el mirador con la Alhambra, volviendo a la escala territorial,
de paisaje, y estableciendo continuidad en el trabajo; a la vez que se plantea
el segundo ejercicio se va reconsiderando sobre todo lo realizado hasta ahora.
Es un proceso proyectual habitual de salto continuo entre escalas, y
contaminación entre ellas.
Se mantiene activo
el proyecto del mirador, pues forma parte del siguiente ejercicio. Es un proyecto
único realizado por fases: el mirador (punto) y el itinerario (línea) forman
parte del mismo proyecto.
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